Eduardo... ese no es tu juego...


Las palabras por si solas, no tienen forma ni color ni olor de lo que representan. Si decimos bambas, cuchillo, etc., recurrimos a un vocablo que no se parece en nada al objeto. Sin embargo, las representan como tal. Y en la misma, influyen tanto las emociones como las percepciones (que son las que afectan nuestro modo de ver y de pensar, influyendo en la atención, en la memoria y en el razonamiento lógico.)
Por tanto, la elección del mensaje político, siempre ah de ir acorde con la reputación que venimos construyendo. Como nos señala, Yuri Morejón: Las palabras no tienen credibilidad por si mismas, la tienen (o no) quienes las pronuncian. Por eso unas mismas declaraciones "suenan" tan distinto en función de quien las diga...”

Eduardo, has de prestar atención y de hablar más con tu ghostwiiter, pues el debe saber que estas palabras  ((tweet del día hoy) no son acertadas en base a tu reputación. La representación de las mismas, no son las mentiras del Kirchnerismo, sino que enseguida se activa en la memoria tu fatídica frase:
EL QUE DEPOSITÓ PESOS, TENDRÁ PESOS. Y EL QUE DEPOSITÓ DÓLARES, TENDRÁ DÓLARES”.
Un botón a la camisa… lo demas…






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