“Néstor Kirchner, la película”


Ayer miramos: “Néstor Kirchner, la película”, el documental dirigido por Paula de Luque que recorre la vida (tanto publica como privada) del ex Presidente. 

Sin ser critico de cine ni mucho menos, quiero intentar centrarme en la construcción del mensaje que el documental aporta.

Evidentemente como todo mensaje político, encuentra su cimiento en resaltar las cualidades positivas y omitir (y mas aun cuando del kirchnerismo hablamos) cuestiones irresueltas o que resultan contradictorias con el relato oficial de nuestros días.


Desde sus inicios como militante, desde intendente a gobernador, de padre a marido, a través del relato de familiares o de adeptos, la historia transcurre a través de la óptica idealizada sin contradicciones de un hombre abocado 100% a la política como el único y mejor instrumento posible para cambiar las cosas.

Un Néstor sencillo, simple, pero seguro de si mismo atraviesa sus grandes logros: la cumbre donde se plantó frente al ALCA, hacerle frente al FMI, el histórico 'Proceda' cuando hizo descolgar los cuadros de los dictadores Videla y Bignone del Colegio Militar, etc.  y por supuesto, pese a su “supuesta” condición desfavorecida de belleza, el logro de la conquista personal amorosa: la ahora presidente Cristina Fernandez.

Sus detractores, enseguida advierten que en el film, nada se menciona acerca de cómo llegan los Kirchner a su fortuna, ni aquellos momentos de uñas carnales con el otrora demonio político: Carlos Menem.

Sin embargo dos momentos que muestran a las claras los valores e ideología que profesaba el protagonista, me llamaron la atención: 

1)   La figura del estado paternalista en la cual unas cuantas personas (con relato histórico real) que estaban en el desempleo total o incluso barajaban la posibilidad de irse del país, consiguen ocuparse (sin oposición o examen previo) de cargos estatales. No son personas cualquiera, sino aquellos con los que Néstor se había cruzado y por algún motivo intuía que eran buena gente o trabajadores. De algún modo, la ideología imperante: es que eran victimas del neoliberalismo y que había que sin más, darles trabajo. Así era Néstor… de repente pasaba y te tiraba todo y gritaba: “ehhhh ehhhh” – Comenta su hijo Máximo…
2)   La anécdota de que llevaba una agenda cada vez que viajaba y tomaba nota acerca de que lugar faltaba una bombilla de luz o un bache en la calle, humaniza al político otorgando cercanía con el vecino o habitante de su pueblo. Toda una descripción de un modo de entender la administración de estado. De estar en todos los detalles y de cuidar lo publico como si fuera propio. 

A modo de conclusión:
                                    Nos pareció un film totalmente abocado al adoctrinamiento político que intenta inmortalizar dos conceptos ideológicos claves del kirchnerismo. La idea de la administración micro económica del estado y,  la reparación histórica de los estragos causados por las cúpulas dirigentes del estado argentino bajo el ensueño neoliberal
Este es el mensaje politico de trasfondo bajo una película extraña. Más bien no es ni siquiera una biografía ni la historia real de toda (sino parte) vida política, que incansablemente busca continuar con la mística y dejar un claro mensaje a las nuevas generaciones peronistas kirchneristas: Nunca hay que bajar los brazos.


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