Darín, un problema de politólogos.
Cualquiera tiene un problema con la policía, con un ente
publico o con un particular y enseguida a lo primero que se acude es la
justicia y por ende, aparece la figura del abogado. Sin el, prácticamente no
tenemos voz cantante en las actuaciones oficiales.
Ahora bien, cualquiera tiene un problema en la opinión publica
y nadie acude a un politólogo o especialista en materia de comunicación publica.
Pero de algo estoy seguro. En realidad de dos cosas.
1. Ricardo Darín desde el momento
que su nota y/o declaraciones, tomaron estado publico y la presidente lo convierte en cuestión de
estado, al contestar en los medios con una carta personalizada, R.D. debió asesorarse no por los amigos de profesión que le
habrán dicho. “baja un cambio que te manda la Campora (por usar un termino peyorativo
para el imaginario colectivo de cierto sector de la sociedad alejado de la política)
a tu casa…” sino por especialistas en comunicación política, en gestión
de crisis o en comunicación publica. Todos
ellos le habríamos brindado diferentes
estrategias aprovechando la mediatez y el tirón del actor, para según sea
la decisión adoptada (continuar o
desistir de la discusión publica con nada mas y nada menos, la presidente de “todas”
y todos los argentinos) pongamos en marcha diferentes objetivos concernientes a
un plan de comunicación de estas características. Se noto con creces, que fue un envite público dispar. Una
militante entrenada en la discusión y el fogueo cara a cara, con un ciudadano
común (de profesión artista), que lejos estuvo de saber de contenidos, ni de
canales, ni de lógicas argumentativas o simplemente, de elementos de comunicación
escénica política sencillos, virales y mediáticos para responderle a su
adversario.
2. Fallamos los politólogos en no saber
posicionarnos en la sociedad, entre tantas otras cosas,como especialistas en el manejo de la “Cosa” Pública y la red de relaciones
verticales (de poder) que en ella se produzcan.
Muchas veces nos preguntan de que trabajamos o para que salimos preparados y la
verdad… es cada uno contesta como puede o como quiere.
Creo que la experiencia de Ricardo Darín nos tiene que servir a todos, para
darnos cuenta del potencial de mercado que hay y que no sabemos explotar.
Luego nos quejamos que son carreras donde prácticamente
una vez recibido, casi jamás encontraras un anuncio en un clasificado
requiriendo tus servicios.
Por tanto, como siempre dije: hay que profesionalizar mas
la disciplina y dejar un poco de lado la charla pajera de café, que supone la
lectura de de Karl Marx durante 3 años casi de cursada…
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